Compartiendo Libertad

Si no puedes ser un buen ejemplo, tendrás que conformarte con ser una pésima advertencia. (Catherine Aird)

El corazón jamás habla, pero hay que escucharlo para entender. (Proverbio chino)

Nunca dejes pasar una oportunidad que te haga feliz, aunque a los demás no les guste. (Oscar Wilde)

Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando. (Louis Pasteur)

A los hombres se les puede dividir en dos categorías: los que hablan para decir algo y los que dicen algo por hablar. (Príncipe de Ligne)

Siempre he pensado que el hecho de ser gracioso me sirve para poder escapar de cualquier situación. (Woody Allen)

Dios no habría inventado el automóvil si deseara que yo anduviera. (J.E. Morpurgo)

No esperes circunstancias extraordinarias para hacer el bien, intenta utilizar situaciones ordinarias. (Jean Paul Richter)

Podría hacerse a mucha gente feliz con toda la felicidad que se pierde en este mundo. (Duque de Levis)

Muchas veces las cosas no se le dan al que más las merece sino al que sabe pedirlas con insistencia. (Arthur Schopenhauer)

Se entiende a las mujeres como se entiende el lenguaje de los pájaros: por intuición o de ninguna manera. (Henri-Frédéric Amiel)

Una vez al año es lícito hacer locuras. (San Agustín)

Se goza más amando que siendo amado. (Proverbio griego)

El amor es un juego en el que siempre se engaña. (Honoré de Balzac)

La inconstancia de la mujer que amo sólo es igualada por la constancia infernal de las mujeres que me aman. (George Bernard Shaw)

Debido a que prestamos demasiada atención a los defectos de los demás morimos sin haber tenido tiempo de conocer los nuestros. (LaBruyère)

Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender. (Françoise Sagan)

Cada lágrima enseña a los mortales una verdad. (Platón)

La educación es el arma más poderosa que se puede utilizar para cambiar el mundo. (Nelson Mandela)

Los perros poseen todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos. (Lord Byron)